Si nuestras necesidades comunes nos unen por interés, nuestras miserias comunes nos unen por afecto

Los hombres no son, por naturaleza, ni reyes, ni potentados, ni cortesanos, ni ricos. Todos nacieron desnudos y pobres, sujetos todos a las miserias de la vida, a los pesares, a los males, a las necesidades, a toda clase de dolores; en fin, condenados a muerte.

La debilidad hace al hombre sociable; nuestras comunes miserias son las que excitan nuestros corazones y todo afecto es signo de insuficiencia; si cada uno de nosotros no tuviera necesidad de los demás, jamás pensaría en unirse a ellos. Así, pues, de nuestra misma dolencia nace nuestra frágil dicha.

Quien nada necesita ama poco y el que no ama no puede ser feliz.

Nos aficionamos a nuestros semejantes, no ya por el sentimiento de sus gustos, sino por el de sus penas, porque en ellas vemos mejor la identidad de nuestra naturaleza. Si nuestras necesidades comunes nos unen por interés, nuestras miserias comunes nos unen por afecto.


Jean-Jacques Rousseau (1762)

¿ Qué nos sugiere ?

El hombre arcaico anhela desde su nacimiento la felicidad, la verdad única e incuestionable, el sentirse infinito, circular, completo y perfecto. Esto ya nos lo advertían los griegos desde la época de Parménides, y seguramente desde mucho antes. Buscamos de forma incansable el hallarnos a nosotros mismos, el encontrarnos con nuestra intimidad mas recóndita. Sin embargo, para ello obviamos el rasgo más crucial de nuestra naturaleza humana. Tratamos de calmar la insuficiencia que tenemos de nosotros mismos a través del encuentro con el otro, sin llegar a entender que esa necesidad de fusión entre las personas, ese acercamiento entre los seres humanos, es síntoma de que no somos entes individuales. Uno puede verse a sí mismo reflejado en el otro, y ese otro a su vez verse reflejado en uno, como si conjuntamente atravesáramos un caligrama de espejos. Requerimos de la humanidad para que la humanidad requiera de nosotros. Para ello el autocuidado es crucial.

Hemos de comprender que cada uno de nosotros es la única unión que tiene con el cosmos, por tanto, si estamos mal internamente todo lo demás también será sombrío, porque ese canal energético con el mundo estará más cerrado y se volverá más estrecho. De otra forma, si buscamos y fomentamos el desarrollo personal del hombre desde la individualidad, el cuidado y la educación, aportamos nuestro cambio en el mundo. Creo que en estos fragmentos Rousseau proclama a gritos la toma de conciencia y el despertar del hombre entorno a la búsqueda de su desarrollo. Con cada respiración y con cada paso, estamos transformando la tierra.

Candela Pérez (Abril 2020)


La vulnerabilidad es nuestra parte más sincera. Por eso creo que alguien es vulnerable cuando ama. Cuando quieres a alguien muestras tu parte más verdadra, por eso dejas ver tu esencia, dando pie a tu vulnerabilidad. Es así  como decimos que esta parte de nosotros nos une, porque detrás de esta fragilidad, se encuentra el amor.

Selene (Abril 2020)