Las raíces de la Anorexia Nerviosa
Las raíces de la Anorexia Nerviosa se hunden en la genética, pero no son la genética. Se enredan en el temperamento, pero si confundimos el trastorno con «el modo de ser» estamos alejándonos de la comprensión del problema; y, para seguir con la metáfora vegetal, aunque las ramas se nutran del ambiente, la enfermedad ya instaurada es independiente de él.
¿Por qué sigues y sigues, durante años y años, repitiendo una conducta ante la comida que sabes que te hace débil y te priva de muchas cosas? ¿Por llamar la atención? ¿Porque quieres estar delgada? ¿Porque tienes otros problemas? ¿Porque tu autoestima está demasiado baja? ¿Porque no te gusta tu cuerpo?
Todas estas proposiciones intentan explicar algo que no se deja entender por los pacientes, y tampoco del todo por los expertos.
Si continuas comportándote de ese modo ante la comida es porque no sabes hacerlo de otra forma: has contraído una enfermedad que te impide elegir.
El estudio sobre inanición de Minnesota sigue enseñándonos unas cuantas cosas casi 45 años después. Fue realizado durante la segunda Guerra Mundial y hoy habría sido considerado un auténtico atropello, pero eso no significa que sus conclusiones no deban ser divulgadas.