«Llegamos a la consulta de la Dra. Ponce de León con una situación realmente crítica, por lo que nuestra hija se quedó ingresada ese mismo día… Todo se detuvo para ella, colegio, piano, voleibol, amigos, familia, planes, viajes, casa. Había dejado todo… o nada, según se mire… Nosotros hicimos lo mismo, arropados por el equipo médico. La Dra. Lourdes Parajón nos daba, en las sesiones de terapia de familia, herramientas para mantener la calma. Nos apartamos temporalmente del mundo exterior, y destinamos toda nuestra energía y fuerza a luchar junto a la niña para vencer esa enfermedad, la Anorexia Nerviosa, en la que el dolor se entremezcla con miles de sentimientos difíciles de expresar y aún más difíciles de entender. Tomamos algunas decisiones que nos ayudaron a ser más conscientes del mundo interior de nuestra hija. Las actividades que ocupaban nuestro día a día anterior ya no importaban… exceptuando ir a trabajar, no hacíamos nada más. Adaptamos nuestra vida a la de la clínica, cumplíamos sus normas e incluso podría decir que llegamos a disfrutar de aquel retiro espiritual… Vivir así nos ayudó a dejar atrás los sentimientos de desesperación y angustia. El dolor se iba transformando, poco a poco en sosiego y paz. Cada día recuperábamos un trocito de ilusión al ver avanzar a nuestra hija en el camino hacia su libertad».
La Fuerza de las familias ante la Anorexia Nerviosa
Testimonio de una madre de una paciente con anorexia nerviosa que ella misma hizo llegar a la consulta de la doctora Ponce de León en el hospital Quirón.