¿Qué sucede en el sistema nervioso de una persona que sufre trastornos de conducta alimentaria?
Todos hemos oído hablar de neurotransmisores, sustancias químicas que se producen en el interior de las neuronas y sirven para llevar o conducir señales entre ellas. Se les llama también «mensajeros» y «mediadores».
En el ejemplo más elemental: si ordeno a mis dedos que cojan un lapicero, una serie de moléculas (neurotransmisores) saldrá de una neurona de mi cerebro para dirigirse a las siguientes. Éstas a su vez transmitirán el mensaje a las próximas con sus propios neurotransmisores, haciendo posible que la orden alcance su destino (los dedos de nuestro ejemplo) a través de una red de células: una especie de vía o camino que llamamos circuito. En ese proceso habrán participado múltiples células nerviosas alineadas que se habrán comunicado por medio de neurotransmisores hasta conseguir que lo que fue un impulso o un deseo se convierta en un acto.
Los neurotransmisores son muy diferentes entre sí, y de muchos de ellos lo ignoramos aún casi todo. Otros, en cambio, han sido y siguen siendo muy estudiados.
En la anorexia, la bulimia nerviosa y la obesidad se sabe que algunas moléculas neurotransmisoras como la serotonina (que tiene también relación con el estado de ánimo, la ansiedad y las obsesiones) y la dopamina (implicada en la motivación, la búsqueda de recompensa y la actividad motora) se encuentran especialmente alteradas.
¿Significa esto que conocemos de forma precisa en qué consisten esa alteraciones? ¿Somos capaces de corregirlas definitivamente a través del uso de alguna sustancia? La respuesta es que no, que todavía estamos muy lejos de encontrar fármacos curativos. Sin embargo muchos pacientes que se encuentran en tratamiento aprenden a servirse de algunas medicinas para -bajo supervisión médica- disminuir sus ideas obsesivas o su irritabilidad y, de esa forma allanar algunos obstáculos que surgen en la terapia.
Cuando profundizamos en la implicación que tienen ciertos neurotransmisores y sus circuitos para alguna enfermedad que conlleva alteraciones del comportamiento, no sólo estamos comprendiendo mejor sus síntomas, también nos encontramos en disposición de elegir y combinar tratamientos farmacológicos o psicosociales más eficaces y específicos.
Este artículo se publicó originalmente en el Blog de la Dra. Carmen Ponce de León, de Trastornos de la Alimentación de Hospital Quirónsalud Madrid por la doctora Carmen Ponce de León y Mario de Matteis.