- Cuando se sigue una dieta o se desea adelgazar, es mejor no hacer de ello un tema de conversación con los hijos.
- Los comentarios muy positivos o negativos sobre la apariencia de las personas, dan lugar en quienes los escuchan a dificultades en la aceptación del propio cuerpo.
- Las comparaciones sobre su cuerpo pueden causar un exceso de evaluación negativa de la imagen corporal del niño y del adolescente.
- Bromear sobre la belleza o fealdad produce, en las víctimas de las burlas, sentimientos de vergüenza e inadecuación social que, con frecuencia, requieren ayuda psiquiátrica.
- Las confidencias acerca de cuanto nos molesta nuestro aspecto (“¡qué gorda/o estoy!” “tengo que adelgazar“) pueden herir a quienes están aprendiendo a vivir y nos ven como guías o modelos.
Imagen corporal
Cuando criticamos la delgadez excesiva, todos dirigimos la atención a los medios de comunicación, a la moda, a lo flacas que son las mujeres consideradas bellas. La mayoría estamos de acuerdo en que vivimos en una sociedad obsesionada por la imagen física, por las dietas y el gimnasio. Una sociedad en la que la DELGADEZ es un VALOR.
Por eso, desde el centro sanitario Zeine, deseamos llamar la atención sobre cómo, sin quererlo, somos cómplices y transmisores de esos
estereotipos sociales, que afectan a niños y adolescentes hasta el punto de hacerles enfermar: